La
principal plaga que afecta a los pinos españoles es “ La enfermedad del Nemátodo
del Pino “, el Bursaphelenchus
xylophilus, que asola pinares allí donde desarrolla
la enfermedad. El artículo del Dr. J.A. Pajares Alonso explica perfectamente
esta enfermedad, su desarrollo y control. El artículo corresponde a una de sus
ponencias. Aquí os dejo esta maravilla para que la disfrutemos todos los
amantes de la Jardinería y en particular, de los pinos…
“El nematodo del pino o de la madera del
pino, Bursaphelenchus xylophilus, es originario de
Norteamérica, donde no es patógeno1
sobre las especies de pino nativas. B. xylophilus puede vivir como
saprófito2 sobre árboles
muertos alimentándose de hongos de la madera o ser un letal patógeno matando el
parénquima3 y las células
epiteliales de los canales resiníferos en las especies hospedantes
susceptibles. El nematodo4
del pino fue introducido en los bosques de Japón a comienzos de s. XX (1905),
causando una alta mortandad sobre Pinus densiflora5 y Pinus thunbergii6. Durante todo el pasado siglo la
enfermedad ha llegado a difundirse en grandes extensiones por todo este país
con enormes pérdidas y una elevada mortalidad. Posteriormente, el nematodo se
extendió por el sureste de China (1982), Taiwan (1983) y Corea (1988),
afectando a centenares de miles de has de pinos y causando la muerte a millones
de árboles. El gran temor a su introducción en Europa, donde especies como P.sylvestris7 o P. pinaster8 son muy susceptibles, se vio confirmado
en 1998 cuando fue detectado en la península de Setúbal, Portugal, sobre una
masa de P. pinaster, desde donde se
fue extendiendo lentamente dentro de este área hasta alcanzar un millón de ha
en 2007. La situación cambió drásticamente al declararse en 2008 numerosos
focos de infección distribuidos en el centro del país. La intensificación de
los muestreos en España condujo a la detección del primer positivo en 2008, en
un árbol de P. pinaster de la Sierra de
Dios Padre (Cáceres). Un segundo foco detectado en 2010 sobre pino resinero en
Galicia (As Neves, Pontevedra) ha elevado la preocupación sobre el
establecimiento de esta enfermedad, que representa la más peligrosa amenaza a
la que se enfrentan las masas de pinares españoles.
El nematodo del pino requiere necesariamente
de un insecto vector para su dispersión a nuevos hospedantes: especies de
cerambícidos9 del género Monochamus. En el sur de
Europa la especie implicada es M.galloprovincialis10, un insecto secundario que coloniza pinos
recién muertos, cortados o semiquemados o las ramas moribundas de pinos sanos,
y cuyas larvas se desarrollan consumiendo su floema y xilema externo. La
pupación y formación del adulto ocurre en cámaras construidas en el interior
del xilema, desde donde emerge la nueva progenie. La asociación del nematodo
con este género vector no parece ocasional sino adaptada: el nematodo se
transforma en un estadio específico (larva juvenil dispersante o larva dauer J411) para ser transportado en
el cuerpo del insecto, lo cual sólo se produce cuando el insecto se transforma
en adulto dentro de su cámara de pupación. Los nematodos se introducen entonces
en el cuerpo del insecto, principalmente en las tráqueas del sistema
respiratorio, y son transportados fuera del árbol. Aunque M.galloprovincialis
sólo
se reproduce en árboles o partes de árboles moribundos o muertos, los adultos
se alimentan consumiendo el floema de las ramillas jóvenes en la copa de los
pinos sanos. Esta alimentación conduce inicialmente a la maduración sexual de
los adultos y es mantenida para su supervivencia a lo largo de toda su vida.
Las mordeduras de alimentación son un lugar clave en el proceso de infección:
el nematodo abandona entonces el cuerpo del vector y penetra en el árbol por
las mordeduras, infectándolo y reproduciéndose en él si es susceptible. Como
consecuencia, el árbol morirá en unas pocas semanas o meses. Nuevos insectos se
reproducirán sobre el árbol muerto y adquirirán los nematodos que serán
nuevamente transmitidos, cerrando así el bucle de retroalimentación y forzando
a M.galloprovincialis al papel de peligroso villano. En nuestro
país, esta especie es univoltina, con periodo de vuelo y dispersión desde fines
de primavera hasta principios de otoño. Se encuentra distribuido por la mayoría
nuestros pinares, con niveles poblacionales muy variables, y puede hospedarse
en todas nuestros pinos, aunque existen dudas sobre la idoneidad del pino
piñonero.
Nuestros estudios sobre su ecología
química han mostrado que esta especie utiliza un complejo sistema de
comunicación química para su reproducción. Pruebas electrofisiológicas y de
campo han encontrado que esta especie resulta atraída cairomonalmente a
volátiles emitidos por sus hospedantes (a-pineno) y especialmente por especies
de escolitidos competidoras (ipsenol, ipsdienol, metil-butenol). Además,
estudios de olfacción, electroantenografía y atracción han demostrado que los
machos de esta especie emiten una feromona (2-undeciloxi-1-etanol) que provoca
la atracción a larga distancia de individuos de ambos sexos. Los últimos estudios
sugieren que este compuesto podría tener además un papel extendido dentro del
género e incluso de la subfamilia Lamiinae. Una vez en proximidad, se ha
demostrado que los machos reconocen a las hembras para el apareamiento mediante
la detección de feromonas sexuales de contacto presentes en su cutícula. Así
pues, se ha desvelado uno de los comportamientos reproductivos mediados
químicamente más complejos conocidos en esta familia: ambos sexos localizan los
árboles hospedantes apropiados mediante su respuesta a compuestos semioquímicos
del árbol y de escolítidos, allí, la feromona de los machos permite el
encuentro de ambos sexos y entonces las hembras son reconocidas mediante
quimiorrecepción por contacto de sus compuestos cuticulares.
Se ha demostrado que la atracción
ejercida por esta feromona agregativa se incrementa sinérgicamente cuando es
emitida junto con compuestos cairomonales de escolítidos, del hospedante, lo
que supone un estímulo fuertemente atractivo para ambos sexos de M.galloprovincialis.
Un
cebo altamente efectivo de estas características, único entre cerambícidos, ya
ha sido desarrollado y puesto a disposición de los usuarios. Esta herramienta
tiene un potencial polivalente en el manejo integrado de esta enfermedad y de
sus insectos vectores: la detección de la presencia del vector, el seguimiento
de su fenología, biología y dinámica poblacional, la determinación del rango de
dispersión, la detección de nematodos transportados por el vector y el control
de la población por captura masiva o mediante técnicas de empujar-tirar,
resumen algunas de sus utilidades más evidentes.”
Después de la lectura de este excelente artículo,
paso a definir algunos conceptos del artículo para entender mejor esta increíble
relación, que por desgracia es letal para nuestros pinos.
1Patogeno. del griego pathos,
enfermedad y genein, engendrar, es todo agente que puede producir
enfermedad o daño a la biología de un huésped, sea este humano, animal o
vegetal.
2 Saprofito. del griego
σαπρος, saprós, "podrido" y φυτος fitos,
"planta", es un organismo heterótrofo vegetal que obtiene su energía de
materia orgánica muerta o de los detritos desechados por otros seres vivos, de
los cuales extrae los compuestos orgánicos que requiere como nutrientes. (Leake, Jonathan R. (2005). «Plants parasitic on fungi:
unearthing the fungi in myco-heterotrophs and debunking the ‘saprophytic’ plant
myth». Mycologist (19). pp. 113-122)
3 Parenquima. Los conductos resiníferos son
estructuras secretoras internas que se forman de manera esquizógena. Son
típicos de las coníferas y se pueden encontrar entre las células del parénquima
cortical tanto en las hojas y como en los tallos, así como dispuestos entre las
células del xilema secundario, aunque en este caso sólo en los tallos.
Canales resiníferos
de pino
www. webs.uvigo.es
Son estructuras alargadas que delimitan una
cavidad central revestida por un epitelio secretor que puede ser uniseriado,
como el caso de los conductos que se encuentran en el xilema, o biseriado como
los que encontramos en el parénquima cortical (A y B).
Las células son en general de paredes finas y
secretan a la cavidad central una mezcla de sustancias en las que abundan los
terpenoides y que constituye la resina. Se cree que la resina protege a la
planta del ataque de hongos y de insectos, como por ejemplo de los escarabajos
perforadores.
(Departamento
de Biología Funcional y Ciencias de la Salud.Facultad de Biología. Universidad de Vigo. http://webs.uvigo.es/mmegias/1-vegetal/v-imagenes-grandes/secrecion_resinifero.php)
4
Nematodo. del griego
νεμα nema, "hilo", ειδής eidés u οιδος oidos,
"con aspecto de", son gusanos redondos, tienen el cuerpo alargado,
cilíndrico y no segmentado, con simetría bilateral. Con frecuencia, el macho
tiene un extremo posterior curvado o helicoidal con espículas copulatorias y,
en algunas especies, una bolsa caudal denominada bursa. El extremo
anterior del adulto puede tener ganchillos orales, dientes, o placas en la
cápsula bucal, que sirven para la unión a tejidos, y pequeñas proyecciones de
la superficie corporal conocidas como cerdas o papilas, que se cree que son de
naturaleza sensitiva. Se denominan anfidios, fasmidios o deidirios según la
porción del cuerpo donde se localicen.
La superficie exterior del gusano adulto es muy
resistente y se denomina cutícula, de composición escleroproteica, normalmente
lisa, aunque existen algunas especies con estriaciones o rugosidades
cuticulares. Bajo la cutícula se encuentran varias capas musculares y un espacio
compuesto de líquido que funciona como un esqueleto hidrostático llamado
pseudocele el cual favorece la distribución de nutrientes y la recolección de
productos de excreción y en el cual también se encuentran las gónadas. Todos
los órganos “flotan” dentro de este líquido. Los sistemas de órganos internos
consisten en un complejo cordón nervioso (ganglios conectados alrededor del
esófago) y un sistema digestivo bien desarrollado con cápsula bucal (donde se
encuentran los ya mencionados ganchos, dientes, placas o papilas), esófago,
intestino y ano. No tienen sistema circulatorio, de manera que para mover el
líquido interno deben mover el cuerpo para hacer presión hidrostática.
(El nematodo de la madera del pino (Bursaphelenchus
xylophilus).Aula silvicultura,Noviembre 2010 en www.silvicultor.blogspot.com.es)
5Pinus densiflora. La altura de este árbol es de 20–35 m.
Las hojas son aciculares, de 8–12 cm de largo, con dos por cada fascículo. Los estróbilos
tienen 4–7 cm de largo. Está estrechamente emparentado con el pino silvestre,
siendo difrerente en las hojas más largas y delgadas que son de un verde medio
sin el tono azul glauco del pino silvestre. Tiene un área de distribución que
incluye Japón, Corea, noreste de China (Heilongjiang, Jilin, Liaoning, Shandong)
y el extremo sudeste de Rusia (sur de Krai de
Primorie). Este pino se ha convertido en un popular árbol ornamental y tiene varios cultivares,
pero en el invierno se vuelve amarillento. El pino rojo japonés prefiere pleno
sol en suelos ligeramente ácidos y bien drenados.
En Japón es conocido como Akamatsu
赤松|赤松, literalmente
"pino rojo" y Mematsu. Se cultiva ampliamente en Japón tanto
para la producción de madera como árbol ornamental, y tiene un papel importante
en el jardín japonés clásico. Se han seleccionado numerosos cultivares,
incluyendo el semi-enano variegado 'Oculus Draconis', el colgante, a menudo
contorto 'Pendula' y el 'Umbraculifera' con muchos troncos (japonés 多形松,Tagyoushou,
a veces escrito como 'Tanyosho').
6 Pinus
thunbergii. El pino japonés de Thunberg puede llegar a la altura de 40 m, pero
raramente alcanza este tamaño fuera de su zona de distribución natural. Las
acículas están en fascículos de dos con una vaina blanca en la base, 7-12 cm de
largo; los conos femeninos tienen una longitud de 4-7 cm, ecamosos, con
pequeñas puntas en el extremo de las escamas, tardando dos años en madurar. Los
conos masculinos tienen una longitud de 1-2 cm en macizos de 12-20 en las
puntas del crecimiento en primavera. La corteza es gris en los árboles jóvenes
y pequeñas ramas, cambiando al negro y plateado en ramas más grandes y el
tronco; haciéndose bastante espesas en troncos de más edad.
7Pinus sylvestris. El
pino silvestre (Pinus sylvestris) también conocido como pino de Valsaín, pino
serrano, pino albar, pino del Norte, pino rojo o pino bermejo,2 es una especie
arbórea que pertenece a la familia Pinacea, género Pinus. Esta conífera, que
puede alcanzar los 30 metros de altura, crece en el norte de Eurasia. Las
referencias al color rojo o bermejo se debe a su corteza, de un rojo subido en
la parte alta del tronco, y pardorrojiza en la parte inferior.
8P.pinaster. El pino rodeno, pino marítimo o pino rubial1 o pino
negral2 es una especie arbórea de la familia de las pináceas que se extiende
por España, Portugal, sur de Francia, Italia, Marruecos y pequeñas poblaciones
en Argelia y Malta, aunque posiblemente introducidas por el hombre.
Generalmente entre el nivel del mar y unos 800 metros, aunque en el sur de
Marruecos se puede encontrar hasta los 2000 m. En algunos lugares se le conoce
también como pino negral, aunque no se debe confundir con el Pinus nigra. Es un árbol de mediano tamaño 20 a 35 metros, de
1,2 m de tronco, excepcionalmente alcanza hasta 1,8 m, con frecuencia enroscado
en la base. De corteza5 rojo anaranjada, gruesa y profundamente agrietada sobre
todo en la base. Copa irregular y abierta. Las acículas se encuentran en pares,
son gruesas y largas, de 12 a 22 cm de largo,de azul verdoso a amarillo
verdoso. Las piñas son cónicas de 10 a 20 cm de largo y 4 a 6 cm de ancho
cuando están cerradas. Verdes al principio para pasar a un marrón rojizo a los
24 meses que abren ensanchando hasta unos 8 o 12 cm de ancho. Los piñones son
de 8 a 10 mm con un ala de 20 a 25 mm que dispersa el viento.
9Cerambicido. Los
cerambícidos o escarabajos longicornios (Cerambycidae) son una familia de
coleópteros polífagos provistos de llamativas antenas, casi siempre más largas
que el cuerpo. Es una de las grandes familias de, con más de 25.000
especies.A menudo presentan
llamativos colores. El más grande es el raro escarabajo titán de la Amazonia
(Titanus giganteus), de 17 cm de largo.
10Monochamus galloprovincialis pertenece taxonómicamente a la Tribu Monochamini (Gistel
1856), de la Subfamilia Lamiinae (Latreille 1825), dentro de la Familia
Cerambycidae (Longicornios o Cerambícidos), una de las familias de coleópteros
más extensas, con más de 25.000 especies descritas (Vives 2000); de modo
tradicional, viene aceptándose la inclusión de la familia Cerambycidae en la
Superfamilia Chrysomeloidea, que además quedaría formada por otras dos
familias, Chrysomelidae y Bruchidae (Crowson 1955).
M.galloprovincialis macho
M.galloprovincialis hembra
Los
Chrysomeloidea forman un grupo bien separado y bastante homogéneo respecto al
resto del Orden Coleoptera, claramente incluidos en el Suborden Polyphaga, y
con las siguientes características (según Vives, 2000):
-
No poseen suturas notopleurales en el tórax.
-
Tienen tarsos compuestos por cinco tarsómeros (aparentemente tetrasegmentados,
por ser el cuarto tarsómero muy pequeño y generalmente inapreciable (Chinery
2001, a partir de Crowson)).
-
Suturas gulares muy bien marcadas y separadas, tanto en imagos como en sus
larvas.
-
El órgano copulador masculino o edeago, es de tipo cucujoideo, con parámeros no
articulados, y un segmento genital en forma de spiculum gastrale (Lawrence y
Newton 1995).
Por
su parte, los Cerambycidae, siguiendo el criterio general de Crowson (1955) de
considerarlos incluidos dentro del anterior grupo, presentan las siguientes
características morfológicas generales:
Adultos:
- Antenas
insertas en tubérculos prominentes y de longitud mayor de los 2/3 de la
longitud corporal, generalmente formadas por 11 artejos (raramente por 12, como
en Prionus y Agapanthia (Serville 1835)) y de mayor longitud en los machos que
en las hembras, con aspecto muy diverso: pectinadas, espinosas, pubescentes,
con pinceles de seda, etc.
- Ojos
fuertemente escotados, casi divididos en 2 partes por las inserciones
antenales.
- Cuerpos
alargados u ovalados; el tórax está formado por un pronoto muy desarrollado,
generalmente de forma cónica o cilíndrica, con lados espinosos en algunos
grupos, y con surcos longitudinales o tubérculos en la parte superior central o
disco. En general, el protórax proporciona
muy buenos caracteres para ordenar la sistemática de los distintos grupos de longicornios
(Vives 2000).
-Patas
finas, largas y poco variables; tibias a menudo con dos espolones apicales más
o menos desarrollados.
Larvas:
- Cabeza
fuertemente esclerotizada y notablemente hundida en el protórax, con mandíbulas
robustas y de longitud variable.
- Cuerpo
alargado y estrecho, subcilíndrico o aplanado, casi despigmentado; el protórax
es, sin excepción, el segmento más ancho y mejor desarrollado.
- Segmentos
abdominales (10) de perfil convexo muy aparente, provistos a partir del
séptimo, de protuberancias denominadas ampollas ambulatorias o tergales.
Monochamus
galloprovincialis es, basándonos en la descripción de Vives (2000), un
cerambícido de tamaño medio, alcanzando una longitud de entre 17 a 25 mm. La
coloración es pardo negruzca o rojiza; suele estar recubierto por un tomento
grisáceo en forma de manchas irregulares. La cabeza es grande, casi rugosa, y
lleva dos antenas pardo – rojizas recubiertas de tomento grisáceo muy aparente
en las hembras; generalmente son muy largas las de los machos (sobrepasando la
longitud del cuerpo a partir del sexto artejo), y mucho más cortas las de las hembras, justo
sobrepasan el ápice elitral.
(Biología y métodos de control para monochamus
galloprovincialis, olivier, 1975 (colepotera: cerambycidae) en la sierra de Gredos
abulense. Javier Muñoz Saldaña. Enero
2012.).
11Larva Dauer J4. La
larva dauer (Dauer, en alemán duración) es un estadio que se presenta durante
el desarrollo de nematodos como respuesta a condiciones ambientales adversas.
Esta larva se caracteriza principalmente porque durante este arresto no se
alimenta y presenta una cutícula más resistente que las larvas del desarrollo
regular del nematodo. Se han hecho varios estudios sobre la feromona Dauer que
promueve dicho estadio, la cual al parecer es específica entre especies. Se han
descrito la mayoría de las rutas que están involucradas en la modulación de
este estadio.
En
1975 Cassada y Russell describieron el estadio larval dauer en Caenorhabditis
elegans realizando un seguimiento del crecimiento y la muda a poblaciones
sincrónicas. A partir de ello observaron que este estadio larval significa un
estado de arresto en un punto específico del ciclo de vida y la generación de
segunda muda de cutícula; cambios en respuesta a factores ambientales externos.
Durante
cada muda del ciclo de vida regular del nematodo éste pasa a través de un
periodo de letargo, una etapa durante la cual la alimentación y la locomoción
son transitoriamente detenidas. En la forma larval dauer la alimentación es
detenida por un tiempo indefinido y se produce una disminución notable en la
locomoción (Cassada y Russell, 1975).
Tomando
como modelo a Caenorhabditis elegans, la transición a larva dauer se produce al
final de la etapa larval L1 y gira en torno a tres parámetros ambientales: la
densidad de población, el suministro de alimentos y la temperatura ambiental.
La densidad poblacional es la mayor influencia que promueve el arresto dauer,
esta condición se transmite en la población por la feromona Dauer, la cual es
sintetizada constitutivamente, lo que permite la detección de este estadio y
evita la salida de dauer.
Por
el contrario, una señal hidrofílica termoestable proporciona información sobre
la disponibilidad de alimentos, inhibe el arresto dauer y promueve la salida de
este estadio larval. La medición de las cantidades de estas dos sustancias
resultan en una medida útiles para determinar si un organismo se encuentra en
arresto dauer (Oro y Riddle, 1982). El aumento en la temperatura incrementa los
niveles de feromona Dauer (de Oro y Riddle, 1984a), algunos ensayos con
mutantes sensibles a cambios de temperatura que son constitutivos para la
feromona Dauer (de Oro y Riddle, 1984b), sugieren que la arresto en dauer es
intrínsecamente dependiente de la temperatura.
Las
larvas dauer son morfológicamente distinguibles de aquellas larvas que se
generan a lo largo del ciclo de vida regular del nematodo. Las larvas dauer se
encuentran comprimidas radialmente y poseen una cutícula especializada (Cassada
y Russell, 1975). Los orificios orales se encuentran cerrados por una especie
de tapón interno (Riddle et al., 1981), la faringe se encuentra constreñida
(Vowels y Thomas, 1992) y no bombea (Cassada y Russell, 1975). Esta cutícula
específica del estadio dauer y la ausencia del bombeo faríngeo le confieren
resistencia a muchos factores ambientales, como el SDS (Cassada y Russell,
1975). Dicha resistencia al SDS es usada en métodos de aislamiento de dauer lo
cual facilita el análisis genético de la formación de la larva dauer.
En
el organismo modelo C. elegans se presenta un cambio metabólico entre los
estadios larvales L1 y L2; Los embriones y larvas L1 usan el ciclo del
glioxilato para generar carbohidratos a partir de las reservas lipídicas, por
otro lado, las larvas L2 y estadios posteriores del desarrollo utilizan la
respiración aerobia por lo que muestran un incremento en la actividad del ciclo
del ácido cítrico. Las larvas dauer no pasan por este cambio hacia la
respiración aerobia (Wadsworth y Riddle, 1989). Comparándola con larvas en
crecimiento las larvas dauer parecen ser transcripcionalmente inactivas, no
obstante, tienen altos niveles de ARN mensajero que codifica para la proteína
de choque térmico Hsp90 (Dalley y Golomb, 1992; Snutch y Baillie, 1983), la
superoxido dismutasa (Larsen, 1993; Vanfleteren y De Vreese, 1995) y la
catalasa (Vanfleteren y De Vreese, 1995). De lo anterior puede inferirse que
las larvas dauer están adaptadas para resistir estrés metabólico, lo cual es
consistente con las observaciones sobre su longevidad (Klass y Hirsh, 1976).
Ya
que la larva infectiva de los nematodos presenta ciertas similaridades con la
larva dauer, estadio de resistencia, y que por ello se ha sugerido que la
primera puede derivar de la última. Ogawa y colaboradores estudiaron genes
candidatos que intervinieran tanto en el paso a larva dauer y larva infectiva.
Seleccionaron a C. elegans, organismo no parasítico con presencia de larva
dauer en su desarrollo, a P. pacifucus, organismo intermedio, y Strongyloides
papillosus, parásito de mamíferos. Los resultados arrojados por estudios
farmacológicos y mutaciones muestran que C. elegans y P. pacifucus el sistema
DAF-12 de regulación endocrina modulada para la formación de larva dauer. A su
vez, demostraron que DA/DAF-12 es un modulador endocrino que se conserva
también en el especie parasítica postulándolo como unión de ambos estadios y la posible evolución del parasitismo a partir del estadio dauer
(Ogawa et al., 2009).
(Cassada, R.C., and
Russell, R.L. (1975). The dauerlarva, a post-embryonic developmental variant of
the nematode Caenorhabditis elegans. Dev. Biol. 46, 326–342. Dalley, B.K., and Golomb, M. (1992). Gene expression
in the Caenorhabditis elegans dauer larva: developmental regulation of Hsp90
and other genes. Dev. Biol. 151, 80–90. Ogawa et al., A
conserved endocrine mechanism controls the formation of dauer and infective
larvae in nematodes, Curr. Biol. 19 (2009), pp. 67–71.Golden, J.W., and Riddle,
D.L. (1984a). The Caenorhabditis elegans dauer larva: developmental effects of
pheromone, food, and temperature. Dev. Biol. 102, 368–378. Golden, J.W., and Riddle, D.L. (1984b). A
pheromone-induced developmental switch in Caenorhabditis elegans:
Temperature-sensitive mutants reveal a wild-type temperature-dependent process.
Proc. Natl. Acad. Sci. U.S.A. 81, 819–823.Golden, J.W., and Riddle, D.L.
(1982). A pheromone influences larval development in the nematode
Caenorhabditiselegans. Science 218, 578–580.Klass, M., and Hirsh, D. (1976).
Non-ageing developmental variant of Caenorhabditis elegans. Nature 260,
523–525.Larsen, P.L. (1993). Aging and resistance to oxidative damage in
Caenorhabditis elegans. Proc. Natl. Acad. Sci. U.S.A. 90, 8905–8909.Riddle,
D.L., Swanson, M.M., and Albert, P.S. (1981). Interacting genes in nematode
dauer larva formation. Nature 290, 668–671.Snutch, T.P., and Baillie, D.L.
(1983). Alterations in the pattern of gene expression following heat shock in
the nematode Caenorhabditis elegans. Can. J. Biochem. Cell Biol. 61, 480–487.Vanfleteren,
J.R., and De Vreese, A. (1995). The gerontogenes age-1 and daf-2 determine
metabolic rate potential in aging Caenorhabditis elegans. FASEB J. 9,
1355–1361.Vowels, J.J., and Thomas, J.H. (1992). Genetic analysis of
chemosensory control of dauer formation in Caenorhabditis elegans. Genetics 130, 105–123.Wadsworth, W.G., and Riddle, D.L.
(1989). Developmental regulation of energy metabolism in Caenorhabditis
elegans. Dev. Biol. 132,
167–173.)Wikipedia, fichas infoJardín , google images.
Como bien sabéis, una de mis pasiones son los pinos y
para mí, el poder compartir este artículo del Dr. J.A. Pajares Alonso, Monochamus galloprovincialis, un villano con mucha química, y poder aportar un poco de
información adicional…es un verdadero placer. Sin duda alguna, este artículo es
uno de los que más he disfrutado escribiendo y (brevemente) documentando.
Desde hoy, mí villano favorito es…Monochamus
galloprovincialis.
*Nota: Queda pendiente el gráfico del proceso de la enfermedad.
Articulo muy completo..me gustó leerlo...va a ser un villano dificil de parar.
ResponderEliminarLa verdad que es muy difícil de controlar. La prevención y la vectorización, claves para el control de esta plaga que tanto afecta a nuestros pinares.
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